viernes, 9 de octubre de 2009

No me rompas las flaquezas

No me quites la espina clavada.
Sudé mucho
para podérmela clavar.

No rompas mis decepciones.
Decepcionan,
pero quiero disfrutar de sus pedazos.

No me ocultes las cicatrices.
Sé que no te gustan,
pero son lo que el tiempo me dejó.

No me arranques las tristezas.
No quiero que las alegrías
me den igual.

No me duermas las ojeras,
que mis noches de insomnio
las peleé yo.

No te lleves a mis enemigos.
Si no me río en su cara,
las victorias serán amargas

Y no se te ocurra romperme las flaquezas.
Que no hay lugar mejor
cuando quiero sacar fuerzas.

domingo, 4 de octubre de 2009

Causa perdida

Hace una semana que han empezado las clases, así que teóricamente tenemos todavía bastante tiempo libre. Entonces...¿por qué estoy estudiando un sábado por la noche?

Bueno, la respuesta es, básicamente, porque el otro día subí a hablar con un tipo del departamento de astrofísica de mi universidad:

Cosas buenas: me motivó un montón. Increíblemente simpático, divertido, amable y dispuesto a ayudar.
Cosas malas: me toqué las bowlings lo tomé con muuucha calma los tres primeros años, y mi expediente está para el arrastre. Este último año, con un pelín más, he conseguido lo que no había conseguido antes ni de lejos. Lástima, sólo queda un año.

Resultado: un tipo hipermotivado con poco o nada que sacar de ello.

Pero cómo me gustan las causas perdidas

martes, 29 de septiembre de 2009

Locuras varias

Sólo un loco celebra que cumple años.

George Bernard Shaw

domingo, 13 de septiembre de 2009

Autosabiduría

Cuando la victoria es imposible, rendirse es una auténtica locura.

sábado, 5 de septiembre de 2009

Un genio.

Había subido una entrada corta, que con esto de los exámenes no tiene uno tiempo para nada. Sin embargo, he cambiado de idea.

Hacía varios meses que no les escuchaba, pero hoy, de puro rebote, me he puesto a escuchar Queen. Simplemente porque he leído una letra, no reconocía de qué grupo era, y la he puesto en google, a ver qué salía. Y después otra, y después otra...Y es curioso. Porque resulta que tal día como hoy, allá por 1946 nacía uno de los mayores genios de todos los tiempos.

Feliz cumpleaños Freddie.

Y aprovechando que mi entrada iba de sobre mantener morales altas...

lunes, 24 de agosto de 2009

Yo y mis circustancias ( y nuestras diferencias)

En las últimas entradas ha habido varios bloggeros que han preguntado sobre mi respuesta a las tres preguntas de psicópata que os propuse, y hasta el momento no lo había hecho. Pero para que algunos contestasen, me tocó prometer que las respondería cuando acabase, y de paso os explicaría un poco el por qué de tanta muerte. Pues veamos.

De entrada diré que, al igual que la mayoría de vosotros, no soy capaz de dar un respuesta directa sin la más mínima duda.

Pregunta nº1: Esta es, seguramente, la pregunta que más me cuesta responder. Pensado fríamente, no plantea ningún problema. El mal menor, es decir, el 90kg-man (término felizmente acuñado por DF) se va a la vía. El problema es imaginarme arrojando al tío por la ventana. He de decir que seguramente lo haría, pero no puedo asegurarlo al 100%.

Pregunta nº2: en esta pregunta, de entrada habría dicho que cortaría la cuerda. Mi amigo ya está condenado, así que es absurdo que yo vaya detrás. No obstante, algunas experiencias me aseguran que no sería capaz. No he llegado a vivir una situación como la de huelladeperro, en la que mi amigo dependía de mí. Pero sí que he puesto en peligro mi vida (y en la montaña, además) por gente que no significaba prácticamente nada para mí, que acababa de conocer, y por la que no tendría que haberlo hecho. Así que he de decir que, mal que me pese, no creo que fuese capaz. Hablaría con él largo y tendido, todo el tiempo que pudiese aguantar. Trataría de recordar buenos momentos, echar unas risas, y llegado el momento, se acabó lo que se daba.

Pregunta nº3
: Aquí la respuesta la tengo clara. No.

No soy capaz, sin embargo, de ver una diferencia entre la pregunta 1 y la 3. Huelladeperro propone que nos cuesta decidir en la primera porque nosotros vamos en el tren, e incoscientemente nos sentimos responsables de la muerte de los operarios. No estoy seguro de que sea así, aunque tiene sentido. Sin embargo, siendo médico, también debería intentar salvar cuantas más vidas mejor, y no me planteo extraer los órganos de alguien sano.

Precisamente por eso hice esta tanda de preguntas. Cuando, hace mucho tiempo (en un galaxia muy lejana) me dió por empezar un blog, planteé mi "problema" con la moral y el altruísmo(que como habréis podido comprobar, hoy por hoy no he conseguido recolver). Publiqué entradas sobre la bondad, los experimentos de Milgram (no apto para humanistas convencidos), el experimento de la prisión de Standford (otra del estilo), y sobre como se puede hacer sentir mal a unos pobres monos por comer unos apetitosos plátanos. Leyendo información para escribir estas entradas, encontré un estudio psicológico (que por cierto han eliminado de la página en la que lo leí) que planteaba preguntas de este estilo. Hace poco recordé más o menos cómo estaban formuladas, y traté de reproducirlas más o menos, al igual que el problema de "dos preguntas iguales con dos respuestas que en principio son diferentes". Y el resultado, pues lo tenéis a la vista.

He conseguido encontrar un artículo donde se plantean las preguntas originales, por si alguien quiere echarle un ojo.

A la vista de los exámenes que se acercan implacablemente, es probable que durante un tiempo el número de actualizaciones disminuya notablemente (aunque no garantizo nada, ya se sabe que cuando no se tiene tiempo es cuando más necesitamos perderlo...).
No obstante, gracias a todos por la enorme participación en el "proyecto trampa" ;)

domingo, 23 de agosto de 2009

La pregunta del millón

Bueno, pues se acabó la tanda de preguntas. Así que me toca confesar algo:

Lo cierto es que os he engañado un pelín en lo que al "objetivo" de estas preguntas se refiere.

El quid de la cuestión estaba en la primera y la tercera pregunta. La segunda, a parte de para despistar un pelín, sirve para demostrar (siempre desde una posición totalmente hipotética, así que demuestra más bien poco, pero bueno) que el instinto de supervivencia es capaz, cuando menos, de poner en jaque altruísmos y demás. Pero la verdad, me habéis salido más humanistas de lo que esperaba. Aquí nadie mata a nadie (a excepción de un par de nuevos psicópatas que me he alegrado de "descubrir", luego os llamo chicos ;) )

Pero a lo que íbamos (Buenas Noticias, aquí tienes tu explicación ;) )

A pesar de que muchos habéis argumentado que no tenéis capacidad de decisión en la primera y tercera pregunta, todos habéis coincidido en que la pregunta de los donantes era casi absurda. Sin embargo, con la primera no lo teníais tan claro. Incluso ha habido gente como Espérame en Siberia o John Oliver que han respondido que matarían al pasajero de más de 90kg, pero que obviamente no sacarían los órganos de la persona en la sala de espera. Bien.

Ahora la pregunta es...¿cuál es la diferencia entre ambas?¿Por qué la primera nos cuesta plantearla, y podemos dudar incluso durante un periodo relativamente largo, y en la tercera lo tenemos tan claro? Analizar ambas preguntas y ambos resultados...¿no son iguales?