jueves, 25 de septiembre de 2008

Un poco de arte

Tengo el blog algo abandonado con el ajetreo del traslado de ciudad, buscar piso y demás, pero he encontrado esto y no he podido resistirme.

Soy aficionado a la magia y la mímica , pero no creo que me guste el video por eso. Suelen decir, sin embargo, que para que un truco sea impresionante sólo se requiere un 30% de manipulación propiamente dicha, el resto es presentación. Tanto es así, que algunos trucos, no excesivamente complicados (como es este caso), con una buena presentación pueden llegar a convertirse en algo que roza la palabra arte.

Damas y caballeros, Jerome Murat. Ya me dirán que les parece.

sábado, 13 de septiembre de 2008

Los monos y los plátanos.

Acabo de encontrar otra pista sobre el tema conciencia (siempre y cuando sigamos dejando a Dios de lado, todo se andará...).

De todos modos, he de advertir que esta vez el experimento fue hecho con monos y no con personas, pero precisamente eso lo convierte en algo extremadamente útil para ayudar a encontrar una "respuesta" al tema.

El asunto es como sigue:

Se metieron seis chimpancés en una jaula con una escalera, y se colgó un racimo de plátanos en el techo. Cada vez que uno de los monos intentaba subir a coger alguno de los plátanos, se les enchufaba a los animalejos con un chorro de agua helada. El proceso se repetía unas cuantas veces, hasta que cuando uno de los chimpancés intentaba coger un plátano, los otros le sacudían para disuadirle.

Llegados a este punto, se sacaba uno de los monos y se metía a otro distinto en la jaula. Resultó que cuando el nuevo inquilino iba tan tranquilamente a coger su plátano, los otros cinco chimpancés se le tiraba encima y le arreaban de nuevo. Rápidamente, el nuevo mono aprendía que esos plátanos no eran para comer.

Poco a poco, fueron cambiándose chimpacés de dentro de la jaula por otros que no habían participado en el experimento, hasta que no quedó ninguno de los que habían sido rociados con agua fría. Sin embargo, los chimpancés mantenían la costubre de apalear a quien intentase coger los plátanos del techo. Coger los plátanos del techo estaba mal.

(Más información en http://www.psicoactiva.com/curios/platanos_y_monos.htm)


Dando por hecho que los humanos venimos del mono (si hay algún creacionista, por favor, di algo!)...¿no os suena esto a las "normas sociales" que tan estrictamente mantenemos? A ver si es que nos echaron un poco de agua fría de pequeños...

sábado, 6 de septiembre de 2008

En mi lugar

Me encontraba en mi habitación un día como hoy (hoy, para ser sincero) dándole vueltas a un asunto que me quitaba el sueño desde hacía ya un tiempo. El ventilador de la lámpara giraba de manera hipnótica en el techo con un ruido bastante desagradable, y un cigarrillo se consumía despacio en el cenicero de propaganda que había robado de un bar. Aburrido, me asomé al espejo que colgaba en la pared. Para variar, mi reflejo me miraba desde el otro lado.

- ¿Qué harías tú en mi situación? – pregunté, por hacer algo.

- ¿Quieres decir que haría yo si fuera tú?

- Si, bueno. O que haría yo si fuera yo, viene a dar lo mismo.

Mi reflejo puso cara de circunstancias y empezamos a discutir posibles soluciones al problema. Tardamos bastante tiempo, pero al fin llegamos a una solución que me convenció.

- ¿Y tú que harías? – pregunté de nuevo, más tranquilo ahora que ya sabía como acabar con aquel desagradable asunto.

- Justo lo contrario.

- Hm…no creo que eso funcionase aquí.

- No, allí no, desde luego – dijo, mientras una sonrisa iba apareciendo en su rostro – pero aquí va a ir como la seda.

Acto seguido me guiñó un ojo y se dio la vuelta. Sacó un revolver y una cajetilla con las balas correspondientes de un cajón de la mesilla de noche, cargó el arma, y salió por la puerta, dejándome delante de un espejo totalmente inútil. Me encogí de hombros, cogí el revolver que guardaba en la mesilla de noche, lo cargué, y me dirigí a la puerta. Y es que a veces las mejores ideas, al igual que las peores, son las de uno mismo.

miércoles, 3 de septiembre de 2008

...y ahora, Stanford.

Que conste que pensaba hacer una entrada de un tema totalmente distinto, pero sin querer me he topado con otra joyita, siguiendo con el tema que nos ocupa. Esta vez, "El Experimento de la Prisión de Stanford", llevado a cabo en 1971. Y os advierto de que este asusta casi más que el anterior.

El asunto en cuestión es parecido a "Los Experimentos de Milgram":

Se tomaron unos voluntarios, todos varones, y primeramente se les realizaron unos test psicológicos para descartar enfermedades mentales, problemas de agresividad y ese tipo de coss que están tan mal vistas hoy en día (y que esos test detectan a la perfección, como todo el mundo sabe). A cada uno de ellos se le hizo tirar una moneda. Sin ellos saberlo, se estaban repartiendo dos papeles: "preso" y "guardia". Después, se les dejó ir, y al tiempo, unos fingidos policías arrestaron a aquellos que habían salido como presos. No se les dijo de qué se les acusaba (obviamente, no habían hecho nada malo, esperemos), simplemente, se les llevó a una pequeña prisión construída para el experimento. Allí, los voluntarios que habían sido seleccionados como guardias esperaban al grupo de presos, y se les pidió que les matuviesen bajo control. Y hasta ahí la teoría del experimento.

Resultado: el experimento, que había sido planeado para que durase dos semanas, tuvo que ser suspendido al sexto día por problemas morales. Los guardias, desde su posición de poder, desarrollaron rápidamente conductas sádicas, torturando y humillando a los presos. Todo esto, sin necesidad aparente. Se les impidió lavarse, se les obligó a llevar un camisón e ir sin ropa interior, se les ató una cadena al pie y se creó una "sala privilegiada" donde aquellos que mostrasen mejor conducta (hubo un intento de fuga, y se repartieron palos pero bien) podían dormir mejor y comer cuando el resto lo tenía prohibido, eliminando así todo sentimiento de camaradería entre los presos.

(Si quereis más información, http://www.prisonexp.org/ es la página oficial del experimento. En inglés)


En lo que respecta a opinión personal, me remito a la entrada anterior. No falta decir nada, los resultados vuelven a hablar por si sólos...pero ¿por qué será que todos los experimentos que trastean con la naturaleza humana acaban de un modo parecido...?