Los enemigos se reían, bufaban, gritaban poseídos por la fuerza que da la ira a las mentes descerebradas. Sus ojos, inyectados en sangre que todavía no era suya, me miraban seguros de la carnicería que vendría a continuación.
Tendréis que conseguir cada gota de sangre con la que queráis cubriros la piel.
Empieza lo bueno.
War, children, it's just a shot away.
Historia, familia y lucha obrera
Hace 6 años