Mostrando entradas con la etiqueta Hombre. Mostrar todas las entradas
Mostrando entradas con la etiqueta Hombre. Mostrar todas las entradas

domingo, 31 de enero de 2010

Yo guardaré el centeno ahora

Acabo de enterarme, tras una noche de estudio bastante intensivo y desesperante, que J.D.Salinger murió el pasado 27 de Enero. Mira que hacerme ésto Jerome, a éstas alturas...

La verdad es que te has muerto en muy mal momento. Con la que está cayendo no tengo tiempo para agradecerte como te mereces tu Guardián entre el Centeno ni tus preciosos Nueve Cuentos (sobre todo estos últimos, Salinger, que bien sabes de qué me salvaron).

En fin amigo, qué voy a decirte. Nadie se libra de morirse, ni siquiera los grandes. Gracias por lo que dejas aquí, y ojalá tengas un buen sitio al que ir. Te lo mereces. Aunque ya sabes que yo tampoco diré "buena suerte".

"Cuando ya había cerrado la puerta y volvía hacia el salón me gritó algo, pero no le oí muy bien. Creo que dijo "buena suerte". Ojalá me equivoque. Ojalá. Yo nunca diré a nadie "buena suerte". Si uno lo piensa bien, suena horrible."
El Guardián entre el Centeno
J.D. Salinger



Jerome David Salinger


R.I.P.

miércoles, 3 de septiembre de 2008

...y ahora, Stanford.

Que conste que pensaba hacer una entrada de un tema totalmente distinto, pero sin querer me he topado con otra joyita, siguiendo con el tema que nos ocupa. Esta vez, "El Experimento de la Prisión de Stanford", llevado a cabo en 1971. Y os advierto de que este asusta casi más que el anterior.

El asunto en cuestión es parecido a "Los Experimentos de Milgram":

Se tomaron unos voluntarios, todos varones, y primeramente se les realizaron unos test psicológicos para descartar enfermedades mentales, problemas de agresividad y ese tipo de coss que están tan mal vistas hoy en día (y que esos test detectan a la perfección, como todo el mundo sabe). A cada uno de ellos se le hizo tirar una moneda. Sin ellos saberlo, se estaban repartiendo dos papeles: "preso" y "guardia". Después, se les dejó ir, y al tiempo, unos fingidos policías arrestaron a aquellos que habían salido como presos. No se les dijo de qué se les acusaba (obviamente, no habían hecho nada malo, esperemos), simplemente, se les llevó a una pequeña prisión construída para el experimento. Allí, los voluntarios que habían sido seleccionados como guardias esperaban al grupo de presos, y se les pidió que les matuviesen bajo control. Y hasta ahí la teoría del experimento.

Resultado: el experimento, que había sido planeado para que durase dos semanas, tuvo que ser suspendido al sexto día por problemas morales. Los guardias, desde su posición de poder, desarrollaron rápidamente conductas sádicas, torturando y humillando a los presos. Todo esto, sin necesidad aparente. Se les impidió lavarse, se les obligó a llevar un camisón e ir sin ropa interior, se les ató una cadena al pie y se creó una "sala privilegiada" donde aquellos que mostrasen mejor conducta (hubo un intento de fuga, y se repartieron palos pero bien) podían dormir mejor y comer cuando el resto lo tenía prohibido, eliminando así todo sentimiento de camaradería entre los presos.

(Si quereis más información, http://www.prisonexp.org/ es la página oficial del experimento. En inglés)


En lo que respecta a opinión personal, me remito a la entrada anterior. No falta decir nada, los resultados vuelven a hablar por si sólos...pero ¿por qué será que todos los experimentos que trastean con la naturaleza humana acaban de un modo parecido...?