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Obviamente has decidido seguir. Es curioso: la gente ve la tele y lee sin el menor cuidado. ¿Nunca has pensado en lo que podría cambiar tu vida una imagen en un telediario o un fragmento de un texto? ¿Qué pasaría si fuese este? Ahora es un momento tan bueno como cualquier otro en tu vida para ese "despertar" que esperas, para ese shock que te lleve a la felicidad, a la sabiduría.
Sí, te estoy hablando a ti. Esto no va dirigido a nadie más.
Dime, ¿quién eres? Haz el favor de no moverte durante una milésima de segundo y piensa justamente en eso. ¿Quién coño eres? Ahí sentado delante de la pantalla como cada día. ¿Qué hace que tu nombre te haga referencia? ¿Qué diferencia tu ser del resto? ¿Qué le da a tu vida el privilegio de considerarse vida? ¿Qué te hace diferente del tío de la habitación de al lado? ¿Realmente eres diferente de él? Agarra un reloj, de los de agujas. Acércatelo al oído y cállate de una maldita vez. ¿Oyes ese insignificante sonido? Ese inofensivo vibrar de las manecillas del reloj ha podido con los imperios más poderosos sobre la faz de la Tierra, engulle a hombres, ejércitos, civilizaciones, estrellas, galaxias enteras. ¿Qué hiciste hace cinco días? ¿Llovía al levantarte? ¿O había nubes? Lo imaginaba, no te acuerdas, ¿no?. ¿Acaso crees que te sobran los segundos? ¿Que te sobran amaneceres como para ir olvidándolos así, como si nada? No me digas que te tragaste ese rollo hollywoodiense de que vivir es ganar los partidos de futbol americano con tu padre mirando, conseguir a la chica inalcanzable y que te den una beca porque tú lo mereces. ¿De verdad te sobran las respiraciones? El segundo que se te escapa ahora mismo era tuyo. ¿Lo recordarás toda tu vida? ¿O dejarás que se pierda como los demás?
Admítelo, no sabes vivir. Vegetas como un ficus a la sombra en el salón de alguna familia ejemplar. Asiente, asiente, asiente. Algún día tengo que, no puedo morirme sin, cuando acabe la Universidad voy a. Cuando pase todo eso te irás a tomar por el culo, como siempre. Como si tuvieses una vida extra al final de la partida. ¿Llegaste a leer ese libro que llevas años diciendo que tienes que leer? ¿Llegaste a saltar en paracaídas? ¿Le dijiste que la querías? Sabes, es un pensamiento extraño, pero es totalmente cierto: a cada una de las personas que conoces a lo largo de tu vida las verás por última vez en algún momento. En el caso de un desconocido en una gran ciudad, por norma general, ese último vistazo coincide con el primero. Pero ¿y tu gente? ¿Tu mejor amigo? ¿Tu amor? ¿Tus padres? ¿Recuerdas con precisión la última vez que les viste? ¿Qué hace este segundo diferente del de tu muerte, o la suya? ¿Qué ocurriría si ahora fuese ese segundo?
Pasas toda la vida puteado, haciendo lo que te dicen y absorbiendo información estúpida de los medios de comunicación, o de los programas del corazón, o de la facultad, de la Iglesia, del gobierno o de la madre que nos parió a todos. Perfecto, eres todo un maniquí.
Tiembla de una vez, coño. ¿De qué tienes miedo? Ama con todas tus fuerzas a quien puedas. Odia con todas tus fuerzas a quien quieras. Que te cueste decidir entre los dos sentimientos, si no, no merece la pena que lo intentes. Escucha las experiencias que te interesen con total atención, pero no aceptes un consejo jamás por la comodidad de evitar elegir. Equivócate, grita, pelea, llora, sangra, muerde. El balazo en la nuca vas a llevártelo de todos modos, al menos que se enteren de que estás aquí. No esperes que lo acepten, claro. A nadie le gusta ver a alguien con los cojones suficientes como para ser libre, pero es eso o no serlo. Recuerda que las leyes están para cumplirlas hasta que tú así lo consideres, ¿o acaso quienes hicieron las leyes tenían poder para decirte cómo vivir? Si crees que tienes que saltártelas es que se equivocaron al hacerlas. Cuida lo tuyo como si fuese lo único que tienes, porque resulta que es cierto. Que te teman cuando te enfades, que sepas con total certeza que al menos para una persona en el mundo eres imprescindible. Y no permitas que se te escape un sólo segundo más.
Obviamente has decidido seguir. Es curioso: la gente ve la tele y lee sin el menor cuidado. ¿Nunca has pensado en lo que podría cambiar tu vida una imagen en un telediario o un fragmento de un texto? ¿Qué pasaría si fuese este? Ahora es un momento tan bueno como cualquier otro en tu vida para ese "despertar" que esperas, para ese shock que te lleve a la felicidad, a la sabiduría.
Sí, te estoy hablando a ti. Esto no va dirigido a nadie más.
Dime, ¿quién eres? Haz el favor de no moverte durante una milésima de segundo y piensa justamente en eso. ¿Quién coño eres? Ahí sentado delante de la pantalla como cada día. ¿Qué hace que tu nombre te haga referencia? ¿Qué diferencia tu ser del resto? ¿Qué le da a tu vida el privilegio de considerarse vida? ¿Qué te hace diferente del tío de la habitación de al lado? ¿Realmente eres diferente de él? Agarra un reloj, de los de agujas. Acércatelo al oído y cállate de una maldita vez. ¿Oyes ese insignificante sonido? Ese inofensivo vibrar de las manecillas del reloj ha podido con los imperios más poderosos sobre la faz de la Tierra, engulle a hombres, ejércitos, civilizaciones, estrellas, galaxias enteras. ¿Qué hiciste hace cinco días? ¿Llovía al levantarte? ¿O había nubes? Lo imaginaba, no te acuerdas, ¿no?. ¿Acaso crees que te sobran los segundos? ¿Que te sobran amaneceres como para ir olvidándolos así, como si nada? No me digas que te tragaste ese rollo hollywoodiense de que vivir es ganar los partidos de futbol americano con tu padre mirando, conseguir a la chica inalcanzable y que te den una beca porque tú lo mereces. ¿De verdad te sobran las respiraciones? El segundo que se te escapa ahora mismo era tuyo. ¿Lo recordarás toda tu vida? ¿O dejarás que se pierda como los demás?
Admítelo, no sabes vivir. Vegetas como un ficus a la sombra en el salón de alguna familia ejemplar. Asiente, asiente, asiente. Algún día tengo que, no puedo morirme sin, cuando acabe la Universidad voy a. Cuando pase todo eso te irás a tomar por el culo, como siempre. Como si tuvieses una vida extra al final de la partida. ¿Llegaste a leer ese libro que llevas años diciendo que tienes que leer? ¿Llegaste a saltar en paracaídas? ¿Le dijiste que la querías? Sabes, es un pensamiento extraño, pero es totalmente cierto: a cada una de las personas que conoces a lo largo de tu vida las verás por última vez en algún momento. En el caso de un desconocido en una gran ciudad, por norma general, ese último vistazo coincide con el primero. Pero ¿y tu gente? ¿Tu mejor amigo? ¿Tu amor? ¿Tus padres? ¿Recuerdas con precisión la última vez que les viste? ¿Qué hace este segundo diferente del de tu muerte, o la suya? ¿Qué ocurriría si ahora fuese ese segundo?
Pasas toda la vida puteado, haciendo lo que te dicen y absorbiendo información estúpida de los medios de comunicación, o de los programas del corazón, o de la facultad, de la Iglesia, del gobierno o de la madre que nos parió a todos. Perfecto, eres todo un maniquí.
Tiembla de una vez, coño. ¿De qué tienes miedo? Ama con todas tus fuerzas a quien puedas. Odia con todas tus fuerzas a quien quieras. Que te cueste decidir entre los dos sentimientos, si no, no merece la pena que lo intentes. Escucha las experiencias que te interesen con total atención, pero no aceptes un consejo jamás por la comodidad de evitar elegir. Equivócate, grita, pelea, llora, sangra, muerde. El balazo en la nuca vas a llevártelo de todos modos, al menos que se enteren de que estás aquí. No esperes que lo acepten, claro. A nadie le gusta ver a alguien con los cojones suficientes como para ser libre, pero es eso o no serlo. Recuerda que las leyes están para cumplirlas hasta que tú así lo consideres, ¿o acaso quienes hicieron las leyes tenían poder para decirte cómo vivir? Si crees que tienes que saltártelas es que se equivocaron al hacerlas. Cuida lo tuyo como si fuese lo único que tienes, porque resulta que es cierto. Que te teman cuando te enfades, que sepas con total certeza que al menos para una persona en el mundo eres imprescindible. Y no permitas que se te escape un sólo segundo más.
Haz lo que te de la gana. Pero vive de una puta vez.
Sr. Desilusionista, esta ha sido una publicación excelente! Me encantó! No hay nada mas que agregar, a vivir de una puta vez!
ResponderEliminarMis saludos!
Ya era hora que de una puta vez escribieras esto, joder.
ResponderEliminarBuen acompañamiento musical.
Escribe, vive, siente... con dos cojones y buena música ;)
ResponderEliminarNo sé por qué, nada más leer la entrada y escuchar la canción, me ha venido ésta a la cabeza :)
Un abrazo.
¡¡Amén!!
ResponderEliminarPero.. ¿basta con vivir para ser libre?
Podría añadir algo a lo que has dicho, pero no lo voy a hacer.
ResponderEliminarMe gusta lo tuyo. Te sigo.
PD:La música es cojonuda.
Tantas veces me mataron, tantas veces me morí, como dice la canción, que, hostias, acabo de admirar tus palabras.
ResponderEliminarAquí dejo mi sombrero.
Vivir produce cáncer. Qué bien hablas, artista...
Lamento la ausencia, muchas cosas en muy poco tiempo.
ResponderEliminarJora, bienvenido y me alegro de que te haya gustado. Ahora sólo falta convencer a algunos (a todos no, que si no menudo coñazo) de que el que no arriesga...
Rad, pues tienes toda la razón. Ya era hora. Y ahora a quemar ciudades!
LaNiña, por lo que he leído en tu blog tú no tienes problema con vivir. No se te ocurra cambiarlo eh?
Huella, tú siempre me das para pensar más del a cuenta :P No sé, le he estado dando vueltas y he llegado a una conclusión. Vivir y ser libre es lo mismo. Hasta el suicidio es una forma de vida. Es el que asiente y sonríe quien se lo pierde. Como dijo J.R. Jimenez "Si os dan papel pautado, escribid por el otro lado".
Porcelana, ahora me dejas con la duda. Añade lo que quieras por Dios. Es más, deberíamos hacer algo así como un manifiesto a la vida y tatuárnoslo. Por cierto, buen gusto musical. Bienvenida ;)
Larisa, no había escuchado lo de "tantas veces me mataron, tantas veces me morí", pero es justamente eso. Lo de vivir está para morirse, si no ¿dónde está la gracia? Un placer tenerte por aquí!
Y cuando parece que llevo un día tan raro que no va a mejorar ni de casualidad, me meto aquí y veo esto. Joder. Un aplauso, como poco.
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