Con mucho amor a Electrónica I y sus profesores amorosos. Hasta la vista, baby. Y una feliz putrefacción.
Querida querida:
no escribo para confesarme,
ya sabes que eso nunca me ha hecho falta.
Es más por continuar
con esa afición mía de molestar
que tanto te molestaba.
¿Recuerdas el jarrón de porcelana
que tu gata rompió aquella noche?
En realidad me desperté con ganas de fumar
y no quise encender la luz.
Ya sabes, es un incordio.
Así que supongo que fui yo
quien chocó contra la mesilla.
¿Y cuando compraste aquel vestido rojo,
tu favorito, y me preguntaste
si te hacía gorda?
Te dije algo así como “estás preciosa,
que suerte que seas mía”.
Espero que no me creyeses.
Te hace poco menos que una foca.
Ah, y otra cosa.
¿Te acuerdas de cuando mirándote a los ojos,
te sonreía y murmuraba un “te quiero”?
Era mentira.
Es que lo vi hacer muchas veces
en las películas de Hollywood,
y siempre creí que sería un buen actor.
Nada más.
Te quiero, yo.
(Vaya, lo siento. He vuelto a hacerlo.)
(Sí, lo sé. Últimamente repito mucho del otro blog. Pero eh, que estoy de exámenes!)
No te preocupes; me gusta leerte allí y aquí *
ResponderEliminarY te digo lo mismo: debo seguir este método *
Un beso o 2 !
Es más por continuar
ResponderEliminarcon esa afición mía de molestar
que tanto te molestaba.
Añadiré esto al próximo correo que le mande al Amor de Mi Vida. Para así molestarle y esas cosas.
Que otro blog?
ResponderEliminarEleanor, me tienes por duplicado! Sigue el método si quieres, no tiene derechos de autor ;)
ResponderEliminarLarisa, tú molesta. Luego eso hasta se echa de menos.
Hacedor, hace un tiempo que abrí otro blog. Se llama "voces de nadie", en mi perfil tienes un link. Por cierto, ¿qué tal te va?
Já, ácido!, al menos el hablante aunque tardíamente, se sincera... a veces borrosos son los límites entre el amor y la dependencia, entre el amor y el acomodo, y claro está entre el amor y su otra cara: el odio.
ResponderEliminarTe dejo mi saludo fraterno desde el confín austral!
No sabía que tenía otro blog.
ResponderEliminarEscribe donde sea necesario. Se te acabará encontrando. Tu firma es muy reconocible y difícilmente falsificable, Desi.
¡Sigue dándole donde quieras!
Bueno, por aquí tambien.
ResponderEliminarpues a otra cosa....música maestro.
Una feliz putrefacción...
ResponderEliminarJo, que bueno.
Saludos.