martes, 16 de noviembre de 2010

Para que nunca nos mate

Voy a vivir gritando y entre murmullos,

a caerme en cada piedra que encuentre.

Tenderé mis palabras en otoño

para que bailen con las hojas rojas

cuando el viento las arranque.

Temblaré con el hielo en tus sonrisas

Y azuzaré a mi potro para que me lleve lejos,

a galope tendido, a lo hondo.

Viviré con la risa en la piel

y el llanto en el alma

y sin corazón, porque te lo habré dado.

Y arrancaré a mordiscos la normalidad que quede,

para que nunca nos mate.

8 comentarios:

  1. Este comentario ha sido eliminado por el autor.

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  2. Es un buen manifiesto para la vida.

    De hecho, lo he venido aplicando sin cesar, aunque acabo de leerlo por primera vez.

    Pulgar hacia arriba.

    Bicos con estufa

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  3. Me frustras. Aparece algún día a alguna hora decente, por favor.

    Por cierto: me parecen buenas medidas. Hazlo. La normalidad apesta.

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  4. Me ha gustado mucho.
    Sobre todo los dos últimos versos ;)

    PD: ¿Cómo te van las cosas desde que has vuelto al blog?¿Mejor? :)

    Un beso.

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  5. Gracias a todos, me alegra saber que algunos, incluso sin manifiesto, le dan caña al asunto ;)

    Porcelana, lo siento pero no soy yo el que vive a horas extrañas. ¡Sois todos los demás!

    LaNiña, hay de todo un poco. Pero la verdad es que ando que no paro, tengo un montón de cosas entre manos. Y eso siempre viene bien ;)
    Un beso!

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  6. Y además lo escribes así de bien.

    Saludos.

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  7. Me gustan tus propósitos, la verdad.
    Y lo que he podido cotillear.
    Así que me pasearé por aquí de vez en cuando.
    Con tu permiso, claro.

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