martes, 18 de mayo de 2010

Puzzle

Después de soplar, el polvo sobre la caja dejó entrever un dibujo muy descolorido. Adrian recordaba claramente aquel tiovivo, con sus tres caballos, sus dos coches de carreras y un avión. Siempre le había gustado aquella imagen, aquel mundo que parecía tan lejano al suyo, tan a salvo. De niño había hecho aquel puzzle decenas de veces, con su madre y con sus hermanos. Su padre odiaba los puzzles.
Sonrió con resignación. Hacía tiempo que a aquel puzzle le faltaban piezas, algunos de sus componentes habían perdido el color del cartón, y algunos extremos, con el paso del tiempo y el uso, habían terminado por romperse. Se encogió de hombros y volcó la caja sobre el suelo polvoriento del cobertizo, sentándose después sin preocuparse del aspecto que tendrían sus pantalones al levantarse. Al fin y al cabo, ya no le esperaba nadie más. Aquel puzzle podía llevarle mucho tiempo, posiblemente nunca más estuviese completo otra vez, con sus caballos, sus coches y sus aviones. Pero daba igual, iba a hacerlo de todos modos.

4 comentarios:

  1. Quizá en su interior sí lo completase, con todos sus caballos, coches y aviones incluidos. Y bien coloridos. ;)

    Besos.

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  2. oooo cuando vio las piezas que faltaban, lo mismo agarró un par de cartones, pinturas, cogió y dibujó las piezas, recortó por aquí y por allá e voila!(como tú dices)
    En el puzzle que te tengo no falta ni una, prometido.;)

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  3. Por algún motivo desconocido, la mariconada con que nos has obsequiado me ha gustado mucho.

    Tengo que hacérmelo mirar.

    Saludos cordiales.

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  4. LaNiña y Ladrona, no tengo idea de qué pasó con él después. A lo mejor hizo trampas, recortó un poco las piezas y lo arreglo :P

    Ignatus, totalmente de acuerdo. No tengo ni idea de qué carajos me pasó. Pero tranqui, que está arreglado ;)

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