domingo, 29 de agosto de 2010

Sólo entonces

Qué difícil es dejarse llover sin miedo. Nadie en su sano juicio lo haría, por supuesto. Dejar que la cordura se escape entre los dedos y enfrentarte con tu propio vacío en el silencio más atroz. Abandonarse a los temblores al soltar aquello a lo que tan fuertemente te aferrabas: aquellas palabras, aquella sonrisa secreta, aquel beso escondido en las noches sin luna para que ni siquiera el Universo os descubriese. Qué miedo el abismo ante ti con sus fauces abiertas y el viento azotándote con una fuerza descomunal, pero sin el menor ruido. No vas a escuchar nada en tu caída, el golpe contra el fondo será mortal. Y te levantarás y lucharás hasta la extenuación, hasta perder cualquier ápice de fuerza o voluntad. Y perderás. Allí morirás miles de veces, en la oscuridad más absoluta, envuelto en la más cruel de las quietudes. Las torturas ahí abajo no pueden ni deben ser descritas, y tú vas a sufrirlas todas.

Y después yacerás en aquel fondo durante eones, mientras los insectos se alejan de tu cuerpo y los océanos se alzan con su fuerza sobre ti. La rabia de las olas barrerá hasta el más mínimo detalle que pudiese quedarte. Pasarán los milenios sobre tu existencia como el viento sobre los guijarros, y volverás a no ser nada. Desaparecerás.

Sólo entonces serás tú. Y no antes.

sábado, 28 de agosto de 2010

Una vez más


Una vez supe un grito implacable
desde lo más profundo,
una voz que no podía hacerse callar.
Supe ordenar palabras para derruir murallas,
fortalezas inquebrantables.
Aprendí a susurrar secretos tan despacio
que detuve las olas del mar
y las estrellas en el cielo.
Invoqué sueños prohibidos,
monstruos olvidados,
tesoros perdidos.
Provoqué sensaciones en tu piel
con unos gramos de tinta en un papel.
Hice florecer selvas en desiertos
y marchité imperios con dos letras.
Callaron tempestades a mi orden,
cayeron los cielos con mi voz.
Se hizo el silencio a mi paso
y el rugido al respirar.
Hice temblar al Universo entero.

Es hora de hacerlo una vez más.






Parece que he vuelto a resucitar. Me pregunto por cuánto tiempo será esta vez.
Sea como sea, hola de nuevo.